Nuestro Secretito
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Las películas de Navidad aparecen desde Noviembre porque, después de que pasan los días de Halloween y Día de Muertos (en países donde se celebra) ya se empieza a adornar con motivos navideños, sin importar que varios aún sigan con la festividad anterior. Las películas aparecen porque son muchísimas y, para abarcar casi dos meses, entre estrenos y repeticiones, se transmiten con gran velocidad, pero pocas son las que sobresalen, el resto son eso mismo, el resto, de relleno. «Nuestro Secretito» parece que entra en esta categoría.
Esta es la tercera película y segunda navideña de Lindsay Lohan para Netflix, lo que significa que, al menos a nivel de ingresos, les ha dado buenas noticias. El problema reside en que, a nivel crítico y de calidad, mientras van siendo más en cantidad, también se reduce la calidad. Y es que hacer contratos con la empresa (cualquiera que sea) para multitrabajos, no significa que todos vayan a tener el mismo resultado. Claro que la imagen de Lohan vende mucho, pero a algunos deberían importarle también la calidad de las producciones, porque si no, quizá los espectadores bajen al ver que no proponen nada nuevo.
Con esta nueva película navideña sucede eso, no hay nada que contenga algo propositivo, no hay comedia a grandes montones, no hay personajes entrañables, y ni siquiera se siente el ambiente navideño, salvo por la compra del árbol y ya. La historia pretende ser más una comedia romántica que una película navideña. Pareciera que el tema está metido a fuerza, sólo para justificar que se hable de ello.
Los personajes resultan planos porque, desde el hecho de la trama por encubrir que se conocen es algo inverosímil. La falta de coherencia y de confianza es lo que se cree todo el drama y comedia que se revela casi al final (los únicos 5 minutos buenos de la película). La relación de ambos se supondría que es lo principal y que, siendo previsible haría que los espectadores suplicaran por que terminaran juntos, pero ni eso resulta romántico. La forma en que vuelven a estar juntos en el final (y lo digo claro porque no se puede considerar spoiler debido a su previsibilidad) no tiene la fuerza ni de una pareja que lleva semanas juntos.
Para ser una película navideña, no propone ni la esperanza de la festividad, no logra concretar la alegría, el romance, ni un mínimo de carisma en los personajes ni en las situaciones que parecieran de comedia por parte de los protagonistas. Nada funciona.
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