Todo Son Preguntas
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Hay un dicho muy famoso que versa así: «una imagen vale más que mil palabras» y es que son mucho más confiables las acciones que las palabras, al menos en la actualidad. Uno puede jurar cosas, decir Te Amo, prometer objetivos o hablar con la fe más fervorosa, pero eso puede quedar en duda cuando la persona no haga nada o haga todo lo contrario de lo que dijo. Las acciones destruyen lo dicho. O como normalmente se dice también, «del dicho al hecho hay un buen trecho».
Y desde este lugar, Juan José Millás nos ofrece una colección de articuentos (ahora ya sabemos lo que significa esta palabra) basados en varias fotografías que fueron publicadas en diferentes momentos. Los articuentos fueron publicados en el diario El País de España durante el mes de agosto del 2004 y los reúne en este libro llamado «Todo Son Preguntas».
Millás comienza con un prólogo donde habla de los álbumes familiares y de la tradición de tomar fotografías a momentos felices. Quizá no sea algo que lo pensemos a priori cada vez que tomamos una instantánea, pero es verdad que siempre lo hacemos así, para recordar todos aquellos momentos en que fuimos alegres, para recordar cuando sí pudimos serlo a diferencia de, quizá, ese momento en que volvemos a mirar las fotos. Debido a esa premisa, toma el argumento de rescatar fotografías que no son felices, que muestran momentos de molestia, enojo, pundonor, ignorancia, lástima, degradación, etc., para crear una colección de fotos y textos que no son para nada felices, pero que sin embargo nos hace reflexionar para llegar a ese sitio, a una felicidad creada por medio de el intentar comprender lo que está mal en el mundo.
Y es que cada uno de los fragmentos (no por nada fueron publicados en El País) tiene una calidad sobresaliente que, para los que ya hemos leído la obra del autor, sabemos de lo que es capaz con sólo uno par de folios. Las textos que aquí presenta tienen la sensatez que siempre ha caracterizado, pero también tiene esa ironía picante que logra crear en el lector una reflexión sobre el tema tocado, ya sea política, moral, sociedad, alimentación, etc. Cualquiera de los temas es tratado de igual manera, haciendo que todo se vuelva un gran conjunto de preguntas sobre las fotografías. Por que ese es el mensaje principal, que todo son preguntas sobre lo que vemos, sobre lo que no entendemos o no logramos percibir como lo hacen los protagonistas de las fotos.
En realidad no hay mucho más qué decir porque los textos hablan por sí solos. Nos llevan de la mano por una sensación de lastimosa comprensión, de molestia exacerbada y de desilusión, y todo ello no es fácil de quitar porque, terminamos de leer uno y el siguiente nos aplasta con igual o mayor fuerza. Todo son preguntas y, lo peor, es que nadie tiene las respuestas adecuadas a esa problemática.
⭐ (8/10)
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