El Viaje Del Elefante

La celebración de un matrimonio puede no ser feliz para todas las personas, en especial para aquellos que deben (sí, deben, de acuerdo a la tradición religiosa bajo la que se encuentren, porque en otras la pareja es la que regala a los invitados) dar un regalo a la pareja por ser cercanos a ellos. No lo digo por el gasto que hay que hacer, sino por la elección del regalo perfecto, alejándose de la costumbre y lo lógico como electrodomésticos y ropa. Tampoco digo que eso no sea bueno, pero si no se quiere ver igual que los demás, hay que elegir otra cosa.

Esta discusión hará que lo que, probablemente les sea regalado, a veces no termine por convencer a los que lo dan ni a los que lo reciben. Ahora imaginen esto a mediados del siglo XVI, en una zona portuguesa donde los reyes tratan de quedar bien con el archiduque de Austria.

Esto es lo que José Saramago nos muestra con un enseñanza escondida tras su toque de ironía y humor en «El Viaje Del Elefante».

SINOPSIS

El Rey Juan III de Portugal piensa que el regalo dado a su primo el archiduque Maximiliano de Austria no ha sido el mejor presente de bodas, así que piensa en darle algo más. Junto con su esposa, deciden regalarle a Salomón, el elefante africano que tienen. El problema será que, al no contar con un vehículo de gran magnitud, deberán llevarlo a pie todo el camino, de Avís-Beja a Valladolid. Con una compañía de soldados y el cuidador del elefante, los hombres se embarcarán en un viaje poco planeado, pero con gran aprendizaje durante el camino.

Quizá sea uno de sus libros más sencillos y con menos calidad, pero eso no quiere decir que sea malo, al contrario, hasta siendo uno de los menos mejores tiene una muchísima más calidad que otras novelas que son best sellers. Y es que quizá no implique un mayor profundidad como sus demás novelas, donde, con un tema sencillo, logra crear toda una reflexión sobre ello y dejarnos una especie de moraleja. El presente libro también la deja, pero debido a su sencillez más grande, no lo hace tanto.

Y es que la novela es corta y nos cuenta una historia del género histórico, con los tintes irónicos y sorprendentes a los que nos tiene acostumbrados. La novela es una suerte de road movie si fuera una película. A primera instancia, al igual que aquellas producciones, la enseñanza va acompañada de los sitios por los que pasa el recorrido y por aquellas interacciones que tienen los personajes durante el viaje, y sí sucede aquí. El elefante viaja, pero los que lo acompañan desde su salida hasta la llegada a su nuevo hogar son los que tienen más relevancia.

La reflexión surge al analizar el libro, pues desde un tema sencillo como las dificultades que todos los humanos tenemos de lograr cualquier cosa, de planear la acción y verla frenada a través del camino por el que transita, hasta a nivel social, en donde cada ser humano se da cuenta de las bondades y maldades que hay en ellos, nos damos cuenta que todos, sin excepción, tenemos momentos en que creemos ser mejores que otros por cualquier razón (económica, política o a nivel de inteligencia), o en darnos cuenta que siempre habrá alguien mejor que nosotros en lo que nos creíamos mejores. El aprendizaje no es aquel que se da cuando aprendes una nueva cosa, sino cuando chocan dos o más visiones sobre un tema. Así se ven la compañía portuguesa, la española y el propio cuidador del elefante.

A través del viaje del elefante (que, como dijimos, no se perfile como lo principal, pero que la forma de narrar hace que se vuelva importante) se ve las carencias de los humanos, conocemos los lazos que se crean a partir de la compañía de la gente en recorridos que los hacen ir juntos, también descubrimos las grandezas de los personajes, y hacen que se vuelvan empáticos al leerlos, logramos vernos en uno de ellos.

Nuevamente decimos que no es de lo mejor de Saramago, sin embargo, logra ser entretenido, aleccionador e interesante para su bibliografía.

FICHA TÉCNICA Título Original: A Viagem Do Elefante Autor: José Saramago Año: 2008 ISBN: 978-607-110-632-2 Páginas: 272 FRASES • No es verdad que el cielo sea indiferente ante nuestras preocupaciones y deseos... está constantemente enviándonos señales, avisos, y si no atendemos los buenos consejos es porque la experiencia de un lado y de otro... ha demostrado ya que no merece la pena esforzar la memoria, que todos la tenemos más o menos débil. • Somos, cada vez más, los defectos que tenemos, no las cualidades.

 ⭐ (8/10)