En Las Tinieblas
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Todos, si escribiéramos lo que nos sucede cada día de nuestra vida, haríamos un best seller. Algo así es lo que nos dice una frase muy conocida, y quizá sea cierta, no puedo confirmar que todos tengamos una vida interesante que otro quisiera conocer, pero de que tenemos aventuras, travesuras y momentos sentimentales para formar un libro, por supuesto que sí. Cada vida se convertiría en una novela que, de forma particular, le daríamos el toque de género propio.
Desde antaño han existido escritores que nos han regalado obras impresionantes, y las conocemos tan bien que se han convertido en clásicos. Lo que el cine, la televisión y los mismos libros hacen, es darnos una perspectiva diferente de los escritores, es darnos el mayor número de opciones que puedan existir sobre ellos y así disfrutar de las perspectivas que se tienen sobre esta profesión. Cada libro es un escritor diferente, y cada uno es una idea diferente. Así se muestra en «En Las Tinieblas».
La película tiene un aura que mezcla dos cosas: una novela de misterio y un episodio de una serie que hable sobre eventos sobrenaturales. Ambos puntos pueden radicar en un origen kingniano pues, al verla, podemos recordar todas las novelas de Stephen King sobre escritores que deciden irse a una cabaña para alejarse de su presente, y también nos hace rememorar el estilo de «Haven», serie que también está basada en una novela del propio escritor de Maine.
Este estilo hace que la película se sienta suave y con sus momentos de suspenso muy marcados, pero también hace que, en general, parezca una obra directa para televisión o DVD (como sucedía antes de los sistemas de streaming). La cuestión es que, aun teniendo todos estos detalles, al final se siente muy bien hecha, el misterio es suficiente, la trama deja muy bien al espectador y los giros de tuerca son excelentes. Podrían parecer, por momentos, predecibles, pero otros sí logran ser inesperados.
La actuación de Demi Moore, junto con su compañero Hans, hacen que toda la película se mantenga entre una subida y bajada de emociones. Crean una buena química que por momentos parece una película romántica que después vuelve al suspenso. El aspecto del escritor se muestra mucho desde el inicio, en el desarrollo y en el final, pero el guion hace que la historia de fantasmas y el complot sea más fuerte que ello. Las actuaciones son excelentes. Todos, incluso aquellos personajes que aparecen poco (quizá la mujer psíquica pudo aparecer un poco más, darle más situaciones de ansiedad a la protagonista) lo hacen bien.
El guion es sencillo, pero en su misma simpleza acarrea una buena aplicación de éste, dando como resultado una buena película, entretenida para un día nublado. Con una banda sonora que le pone un ambiente totalmente espectacular. La dirección es sencilla, pero cumple con lo mostrado. Una grata historia de suspenso romántico.
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