Oppenheimer
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En la Historia mundial han ocurrido sucesos dignos de recordar año tras año, de conmemorar y de hacer visibles a cada generación que vaya pasando por el mundo, cosas de las cuales hemos de estar orgullosos como especie humana. Pero también es sabido que, como la especie que se cree la mejor de todas, hemos dejado de lado varios aspectos humanos y nos hemos decantado por un falso poderío, un falso y mal llevado liderazgo hacia el mundo. Hemos hecho tanto lo mejor para la Tierra como lo peor para ella y para los que vivimos en ésta.
Los avances tecnológicos y científicos dan pauta de ello. Cada vez que algo nuevo sale al mercado significa que hemos pasado un nuevo límite en el avance de la humanidad, la pregunta es si ese avance está encaminado para algo bueno o sólo para la comodidad. Eso mismo fue lo que ocurrió cuando Robert Oppenheimer creó la bomba atómica para lanzarla a Japón y finalizar la Segunda Guerra Mundial. Esto lo vemos desde la perspectiva de Christopher Nolan en «Oppenheimer».
Es complicado pensar que una película biográfica que se concentra en sólo un hecho como el presente, como la creación de una bomba, no podría ser atractiva para el público, pero Christopher Nolan ha hecho que no sólo sea atractiva sino que sea toda una excelente obra de arte. No se queda en el límite de contar la vida de Oppenheimer y su desarrollo del trabajo atómico, sino que implica un antes, un durante y un después de ello, para darle un sentido a la trama, para que no se sienta vacía. Y eso lo logra con creces, aunado a la maravillosa inclusión de imágenes que simulan los átomos y las cuerdas.
Ese antecedente de un Oppenheimer estudiando hace que la historia cobre vida y sea mucho más verosímil ese avance intelectual desde la tensión onírica de las ideas hasta la creación de una serie de fórmulas que va mejorando con las noticias que también le llegan de Europa. Así comienza su crecimiento, y su contratación con el gobierno de los Estados Unidos para crear el Proyecto Manhattan en Los Álamos y así empezar la carrera armamentística primero de los EEUU vs la Alemania Nazi, y después vs Rusia.
La cuestión planteada en la película no cesa en la muestra biográfica de la historia, sino en la potencial maldad que los humanos podemos ser. Por eso, durante varios momentos, se hace referencia a la frase: "me he convertido en la muerte, en un destructor de mundos". La forma humana puede hacer maldad, pero cuando una persona usa todo su conocimiento para dar vida a un arma de destrucción masiva, se convierte en algo más allá de lo humano, en un dios de la destrucción. Y ahí es cuando vemos más claramente esa reflexión, esa resignación y esa redención que busca después de ver el poder que ha creado, cuando intenta detener la carrera armamentística porque se ha abierto una puerta a la destrucción del mundo.
La película no sólo goza de la calidad narrativa, ni de la dirección, ni de la fantástica edición, ni de la muy buena fotografía, sino que los actores y actrices dan su mejor papel para regalarnos un producto completamente bien realizado. Es verdad que aún hay cosas negativas o detalles que nos quedamos sin saber o sabiendo de más (porque sí es cierto que las 3 horas son un poco más extensas de lo necesario), pero a nivel general, ese debate entre la fuerza que hay en el humano y su decisión de hacerla realidad es el meollo de lo que nos trata de mostrar.
Título Original: Oppenheimer
Estreno: 11 de Julio del 2023 [París]. 19 de Julio del 2023 [Francia]. 20 de Julio del 2023 [España / México]. 21 de Julio del 2023 [Estados Unidos].
Reparto: Cillian Murphy. Emily Blunt. Matt Damon. Robert Downey Jr. Florence Pugh. Josh Hartnett. Casey Affleck. Rami Malek. Kenneth Branagh. Benny Safdie. Jason Clarke. Dylan Arnold. Tom Conti. James D'Arcy. David Dastmalchian.
Director: Christopher Nolan
Género: Biografía. Drama. Histórico.
Basada En: «American Prometheus» de Kai Bird y Martin J. Sherwin [2005]
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