Familia Revuelta
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Dentro de la comedia o de la ficción, hay muchísimas historias que cuentan el cambio de cuerpo entre dos personas o más, haciendo que la situación buscada se convierta en reflexiva o en una comprensión para resolver ese galimatías. Ejemplos de esta trama hay tantas que no podríamos mencionarlas en un post, donde las más representativas pueden ser «Este Cuerpo No Es Mío», «Un Viernes De Locos» o hasta teniendo variaciones como «Si Tuviera 30» y «Quisiera Ser Grande», donde el intercambio es personal. Bajo el elemento navideño, Netflix nos regala «Familia Revuelta».
Es curioso que la película sea una adaptación de un libro infantil en el que la trama es muy corta y ligeramente diferente, pero sí se ha tomado como el origen de ella. Ahora bien, es claro que siendo una película de 100 minutos (poco más con los créditos) se debe tener mucho más relleno para cumplir con la cuota, y eso es lo que se siente a mitad de la película. Sucede que, cuando lleva 1 hora, pareciera que ya no hay otra cosa más que contar, pero comienzan a dar situaciones que intentan maximizar la historia, haciendo que se sienta más extensa de lo necesario
Aunque el plot ya ha sido tocado muchas veces (como los ejemplos mencionados más arriba), aquí tratan de darle un toque astronómico al intercambio, intentando que sea diferente y llamativo, pero termina por ser un motivo muy ficcionado, no muy creíble, y menos la inclusión de la mujer que pretende ser una especie de vigilante de la familia. El asunto recae en que el objetivo siempre es el mismo: hacer que se den cuenta que todos son diferentes y que terminen por comprenderse y apoyarse. Esto es repetitivo, lo que cambia en cada película es la forma en que se presentan los personajes y los actores y actrices destinados a ello.
Aquí es donde se gana un punto extra. La decisión de tener a Jennifer Garner y Ed Helms como los padres fue buena. Sabemos que son buenos actores, que son buenos en la comedia y que logran hacer una química aceptable (es nostálgica la mención de la película «Si Tuviera 30»). La elección que se hizo con Emma Myers y Brady Noon fue interesante debido a sus antecedentes. Ambos comienzan con un papel muy sencillo, pero cuando se hace el intercambio comienzan a mostrar su talento, interpretando lo que se espera de ese cambio de edad. Tras verla en «Wednesday», Emma Myers destaca entre ambos con una gran actuación.
En estos cambios en familia siempre queda la cuestión de qué pasaría cuando padre y madre quieran estar cerca, porque se sentiría como una temática implícita de incesto. Esto se muestra de manera cómica en un segmento, pero queda la duda de estos temas y al menos aquí son resueltos a medias.
La dirección es sencilla. McG ha tenido mejores producciones donde el resultado es mejor. Por ende, los detalles técnicos resultan medianos y sólo cumplen con la historia. Los efectos que se usan para mostrar el cambio entre el bebé y el perro son cuestionables. Por ello, se nota la baja calidad en ellos, así como en la convergencia y en otros pequeños detalles. La película es buena en actuaciones, un punto abajo está la historia y más abajo está el trabajo técnico.
Basada En: «Bedtime For Mommy» de Amy Krouse Rosenthal [2010]
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