En La Arena Estelar

Una de las grandes enseñanzas de Isaac Asimov, a través de sus novelas, cortas, extensas, o en sus historias cortas, es la vulnerabilidad de las personas en tantos contextos como sean posibles, involucrando a los avances tecnológicos a los que se ven unidos (como si de thrillers tecnológicos se trataran). Desde la Saga de los Robots conocimos la difícil situación que ellos tenían frente a la poca evolución de los humanos con el diseño imparable de los autómatas, hasta crear unos con habilidades sobrehumanas o eternos.

Ahora, con una visión a la colonización del universo, todos aquellos puntos débiles que en los humanos explicó, los vemos exponencialmente enormes tras las proporciones planetarias. El hambre por ser el mejor, la importancia que recae en un sólo hombre que puede cambiar la historia, son sólo algunos pequeños puntos que veremos en futuras novelas y que aquí comienzan a ser visibles.

Eso es lo que nos presenta Asimov en su primera novela de la Saga del Imperio Galáctico: «En La Arena Estelar».

SINOPSISHan pasado varios cientos de años y los planetas espaciales han sido colonizados por Tyronn. Biron Farrill es un joven de 23 años de la Tierra que ha sido exiliado de ella por cuestiones políticas. Ahora viaja en una nave a un destino desconocido y, tras varios intentos de asesinarlo, un hombre, Sander Jonti intenta ayudarlo, pero él también está involucrado en algo más sospechoso. Sabe que el intento de asesinar a Biron puede ser obra de los tyrannios debido a que su padre estaba planeando algo. Ahora, Aratap, el líder de Tyronn, vigilará a Biron para conocer la verdad que hay tras él.

Este libro es el primero, de los tres, de la Saga del Imperio Galáctico, y quizá esto sea lo más importante que tiene de especial pues, aunque sabemos que hasta las malas obras de los grandes autores pueden ser aún buenos, en este caso, hasta el propio Asimov ha declarado que es su peor novela. Y podemos coincidir en ello porque la historia es muy enrevesada, se basa más en la descripción estelar que en la trama, y los tantos hilos argumentales se cruzan y no se resuelve ninguna.

Como decíamos, lo más destacable es la continuación (aunque después de varios miles de años) de la colonización del universo. Es increíble cómo, a grades escalas, sigue el mismo patrón de querer apropiarse de otras tierras, en este caso de los Tyrannos (nombre muy claro que recuerdo a tiranos, y que en esta época no es novedad asociarlo a EEUU) y la clara facción disidente que planea una guerra en su contra. También conocemos que el ataque a la Tierra fue logrado y se ha convertido en una zona radiactiva. A pesar de ello, las leyendas, las historias y las enseñanzas que de ella crecieron siguen vigentes, tanto que el documento de la Constitución de los EEUU es considerada un arma pacífica.

Hablando de la historia, tenemos varias cosas que se plantean, desde el exilio, la conversión de un joven en héroe, un drama político y social que recuerda a las distopías ya conocidas últimamente, la búsqueda por la verdad sobre el asesinato de un padre, la amistad y el romance, la intriga, los dobles cara o espías y hasta un villano que se convierte en un amable amigo. Cosas que ben podrían funcionar en una novela, y más de Asimov, pero que en este caso no lo logra porque la escritura se encamina en presentarlo todo al mismo tiempo y no desarrollarlo a su tiempo.

Las descripciones científicas siguen siendo un punto fortísimo en el autor, pero cuando sólo las da así porque sí, sin una base más sustentada que para crear un producto más grande que quizá hubiera funcionado como un relato corto o quizá algo de menor extensión, no logra sino ofuscar al lector, aunque su escritura sea fluida y rápida.

Sin duda, es uno de los peores libros de Asimov, pero no por eso se vuelve totalmente malo. Ya decíamos que se rescata por formar parte de la Serie de la Fundación, pero de ahí a que se vuelva un imprescindible o para leerlo mas de una vez, creo que no.


FICHA TÉCNICA
Título Original: The Stars, Like Dust
Autor: Isaac Asimov
Año: 1951
ISBN: 84-270-0516-4
Páginas: 201


FRASES
• Observa el universo, joven. Si no puedes conseguir que te divierta, más vale que te cortes el pescuezo, pues no es mucho lo bueno que hay en él.
• No podría amarte ni la mitad de lo que te amo, si no amase el honor todavía más.


(5/10)

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