The Disaster Artist: Obra Maestra
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Hay tantas cosas por decir sobre la película que no sé por dónde empezar, y aunque se supondría que debería de haber escrito un borrador y así escribir mejor esta crítica, hay veces en que ni la preparación sirve. Hay veces en que las palabras nunca se acomodan en un sitio y salen de cualquier forma. Así como Tommy Wiseau creó «The Room» (disculpen mi atrevimiento al compararme con él).
Como antecedente, «The Room» es considerada como una de la peores películas jamás hechas, pero así como sucede con otras, se vuelven obras de culto por enormes aspectos. En 2013, el mejor amigo de Wiseau, Greg Sestero, publicó un libro donde contó todo lo que sucedió al filmarla y así, años después, se creó la presente película, una suerte de making of, junto con biografía y toques de comedia y drama. Y eso es lo magnífico de la película, que todo ello es real, nada es exagerado, todo parte de una anécdota escrita por el propio Sestero, y avalada por el propio Wiseau. Todo es sorprendente porque es verídico, y es tan fuerte porque vemos en el esfuerzo, en el drama y en la historia todo lo que nosotros desearíamos hacer, cumplir sueños, aunque el resultado sea inadecuado para otros.
La dirección de James Franco es fenomenal, y se ve al final de la película cómo lograron captar cada escena y recrearla para su versión. Esto hace que la adaptación sea de lo mejor en los últimos años pues mantiene la esencia dramática y de comedia que tiene la biografía. Muy bien ganado el Óscar, y debatida la exclusión de Franco en los mejores actores, donde seguro hubiera ganado. Aunado a ello, Dave Franco hace un papel excelente y crean una dupla asombrosa. Se nota en el personaje como si la energía y el talento se desbordara hacia él (en el papel) y dejando sufrir a Tommy. A veces las cosas suceden así, nos apoyamos en los demás creyendo que sólo es una ayuda, pero terminamos por lastimarlos, por quitarles lo que antes nos ofrecían.
Más que la anécdota, que por sí misma es sorprendente, las actuaciones son magníficas. La creación de la historia es muy buena. Las referencias, los guiños a otras obras, todo es magnífico. Pero lo que nos hace adorar la película es que todo es sensacional y profundamente humano. Nos hace preguntarnos por Tommy, que si bien tiene todo para cumplir su sueños siempre esperó a un amigo; que si apoyaba en todo a Greg, siempre o hacía esperando sólo su amistad. No hace falta pensar demasiado en que algunas partes son biográficas (en la película de Wiseau) y que ese dolor y depresión la sufría (pueden comprobarlo en el libro), pero siempre estuvo de pie para hacer que el propio Greg también cumpliera su sueño de ser un gran actor.
A veces nos preguntamos si lo que hacemos será ovacionado por los demás, por el público que lo leerá, que lo verá, que lo escuchará. Pero crear algo ya amerita una celebración por el enorme esfuerzo invertido en ello. Hacer una película no sólo es escribir el guion y filmarla, es producirla, es cortar y pegar, es diseñar, es iluminación, es color, es sonido, es todo. Crear una película no cualquiera, y hacer realidad tu sueño es invaluable. Quizá sea conocido como el creador de una de las peores películas, pero existe, y ahora es de culto. ¿Cuántas veces hemos dicho que el arte depende de la subjetividad?
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