Duda Razonable
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¿Hasta dónde estarías dispuesto a ocultar algo que has hecho y que no quieres que nadie se entere? Todos hemos hecho algo que no queremos sea revelado y hemos hecho hasta lo imposible por hacer que nadie lo sepa. Haber chocado un auto, decir una mentira que creció exponencialmente, haber robado algo pequeño o grande, engañar a nuestra pareja o algo mucho más delicado e ilegal: haber asesinado a alguien. El protagonista de la película está en esa situación.
La película no es muy novedosa y, aunque quiere lograr algunos aspectos con la combinación entre lo legal y el crimen, no logra hacerlo del todo. Es verdad que sí tiene una esencia de ambos géneros en ella, pero la mezcla hace que termine siendo dispar y hasta un poco confusa, o se trata de un asesino que manipula a un fiscal, o es la culpabilidad del fiscal por querer revelar lo que el otro hombre es de verdad. O es la investigación del caso que se va revelando.
Como detalles de la narrativa, se tarda en presentar a los personajes que son importantes en la historia. No es sino casi a la media hora cuando aparece por primera vez el personaje de Davis, y no se perdona por su importancia y porque es Samuel L. Jackson quien lo personifica. ¿Para qué tener a un gran actor si no lo usas desde el principio?
A este respecto, todo el elenco es opacado por los dos protagonistas. Toda la historia gira alrededor de ellos y, el resto de los secundarios no aportan mucho. El de Erin como la esposa de Mitch, el de la detective o el del compañero de Mitch salen sobrando, sólo tienen relevancia para un par de momentos y ya.
La película tenía una buena intención, pero falla en muchas cosas que, lamentablemente, no logran tener remedio mientras avanza el tiempo. Ni esto último, que sólo dure 80 minutos, ayuda.
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