Voy A Pasármelo Bien
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La música de una generación persiste durante años y décadas en las personas que las disfrutan, creando un soundtrack personal que, al crecer, sigue haciéndonos recordar lo que vivimos. Un artista, un grupo o varias bandas que marca nuestras épocas de vida, niñez, adolescencia, juventud y madurez. Todas ellas, a su vez, marcadas por nuestras experiencias que pueden ser símiles a las canciones que escuchamos. Uno de los grupos que, seguramente recordamos siempre es a Hombres G y, tomando como base su música, se ha creado Voy A Pasármelo Bien.
En la actualidad, 30 años después, y tras varios de no verse y de dejarse de escribir, Layla, quien se ha convertido en una famosa directora, vuelve a contactar con David, escritor de un sólo libro muy importante. Ambos se reúnen, solos y en grupo, para hablar de sus vidas y recordar lo que sintieron en el pasado.
Para la nueva generación, quizá sólo reconozcan a los Hombres G por sus canciones más famosas («Te Quiero», «Devuélveme A Mi Chica», «Marta Tiene Un Marcapasos», «El Ataque De Las Chicas Cocodrilo», «Venezia», etc.), pero a todos aquellos que vivimos en la década de los 80's y 90's, no había momento en que se escuchara una canción en cada esquina. No sólo sus éxitos, todas las canciones por igual se escuchaban y eran cantadas. Es por eso que su importancia en la cultura es enorme, y cuando se usan para una película, hay que tener cuidado.
La película se instala dentro de un catálogo de homenajes a bandas de la cultura pop, y el resultado es eso, una carta de amor a la banda que ha marcado vidas y épocas. La historia romántica es una excusa para mostrar algunas de las canciones emblema de la banda, porque bien podrían haberse usado cualquiera de otra agrupación y es que, aunque la trama es algo muy usado en varias producciones, se rescatan varios puntos que la vuelven divertida, fresca y acertada.
A pesar de no tener un gusto por los musicales, aquí se han reducido las cantidades de bailables y muestras musicales. Aún me parecen extraños esos momentos en que comienzan a bailar, pero seguro a un público que guste de ellos, saldrán satisfechos. Siendo niños, lo hacen excelente, las coreografías son buenas y logran contar la historia de la película, de la música y del baile con un conjunto.
Otro punto muy divertido es el cast. A pesar de que los protagonistas son hechos para resaltar, en esta ocasión el personaje de Luis sobresale demasiado por su excelente papel. Es un personaje que navega por todo lo que puede ser un niño de esa edad, desde su amistad, su desenfreno por quedar bien con la figura adulta (en este caso Fer), su incipiente enamoramiento por Almudena, su dolor por la muerte de su padre, su amistad incomparable, etc. Me pareció el mejor personaje. Sabiendo que David es el principal y que se enfocaría casi por completo en su romance con Layla, queda un poco incompleto.
Es por ello que me parece que el segmento del pasado, cuando todos son niños, está mejor logrado que el de adultos. Sin duda, la importancia recayó en ello. Ahí están las bases de lo que se trataría de contar en el futuro (o actualidad). Aunque la selección del cast en los adultos resulta bien, es imposible notar que la actriz de Layla de pequeña es española y de adulta es mexicana, lo cual se trata de explicar dentro del guion como efecto de su vida en México, pero no resulta ser potente tras el paso de épocas y escuchar ambos acentos.
El filme es divertido. La mezcla de personalidades en los personajes hace que se refleje una buena parte de la niñez-adolescencia de cualquiera. La historia principal funciona como base por completo a la música de los Hombres G que, desde ahí, para muchos ya tiene un punto extra. La dirección es aceptable, aunque para el género no es necesaria mucho más esplendor.
Inspirada En: la música de Hombres G
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