Fragmentos De Una Sociedad Curva

El mundo cambia y nosotros cambiamos con él. Nuestras acciones definen lo que será en un futuro el planeta en el que vivimos, la sociedad en la que compartimos toda nuestra vida y la vida misma que decidimos crear día a día. Pero dentro de todos esos círculos, hay cosas, hay variables que están fuera de nuestras manos porque, desde el pasado, se han ido construyendo y deconstruyendo conforme la gente avanza. Hablamos de la sociedad, del medio ambiente, de los cambios en el mundo, de la desigualdad, de la economía, y un gran etcétera de los que a veces no somos conscientes y que, sin embargo, forman parte de nosotros.

Quizá el ciudadano promedio, el que vive de acuerdo a una rutina, el que se encuentra en la media de la sociedad, no se percate de las diferencias que hay en la sociedad, pero los que viven en los extremos, siempre tienen presente eso. La curvatura del mundo no sólo es en la forma de la Tierra, es la forma de todos los procesos sociales y la gran bipolaridad de ellos que, aunque se traten de mantener estables, en la actualidad se ven más curvos. Es por ello que Mauro Gozález Hernando nos regala una gran disertación sobre algunos aspectos que hacen que esta sociedad sea así, llena de Fragmentos De Una Sociedad Curva.

SINOPSIS
En el libro se desarrollan algunos de los valores y temáticas propios de nuestra época: la falta de intimidad, la seguridad como valor central, la apariencia y la mediocridad, la felicidad, la cesión de la inteligencia y la voluntad, la transformación de la familia… A veces, la realidad a la que estamos expuestos no nos permite identificar lo que se esconde bajo conductas o tendencias socialmente aceptadas, porque la ética actúa como mecanismo de socialización y regulación colectiva que consolida una imagen social determinada. Este ensayo muestra como una noticia periodística, una exposición de pintura, un relato o una anécdota pueda desencadenar un análisis de estos valores, actitudes o preocupaciones de la sociedad contemporánea. La intención es expresar una evolución de lo lineal–rectilíneo a curvo–imprevisible (tal y como dice el título) y responder a la dificultad e inutilidad de los tiempos actuales de repetir esquemas aprendidos, de anticipar y proyectar el futuro y de la necesidad imperiosa de flexibilizarnos a todos los niveles para desenvolvernos con dignidad.

Mauro González Hernando (Villatuelda, Burgos, 1955). Licenciado en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid. Admirador de la Filosofía, ha dedicado los últimos 35 años a la investigación de mercados, concretamente a la realización de estudios psicosociales, de marketing y comunicación. Desde Punto De Fuga, empresa de investigación de mercados y prospectiva social que creó, ha estado en contacto permanente con todo tipo de personas, profesionales y empresas de muy diferentes sectores. Ha colaborado como coautor y director en publicaciones de corte psicosocial (“El Espejo de Narciso”, “La cualidad de la Gelatina”) y ha impartido clases en varias Universidades tanto públicas como privadas sobre Investigación de Mercados, Creatividad, Motivación y Liderazgo y Comunicación. En su jubileo, compagina la escritura y la reflexión con el golf, la viticultura, la forja y la colección de pintura.

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He de confesar que, justo cuando leía a Byung-Chul Han, decidí comenzar este libro, y gracias a Europa Ediciones, pude lograrlo, así que un agradecimiento a ellos por el ejemplar. Y un agradecimiento más por haber publicado un gran libro que nos enseña, a través de ensayos que toman base de sucesos reales y actuales, cómo ha cambiado el mundo y su gente que lo habita, cómo nos hemos vuelto dependientes e imprevisibles, pero a la vez, independientes y predecibles. La curva es eso, un sube-y-baja conducta y emocional que cualquiera que analizara a la sociedad como un todo, pensaría que sufre de esquizofrenia, pero no. O quizá sí.

El libro es una recopilación de ensayos muy bien explicados a nivel personal, ya que no se ahonda más allá teóricamente y de investigación, además de lo aprendido, y al menos eso vale mucho pues el autor, con más de medio siglo de vida y con grandes estudios, sabe de lo que habla. Dentro del texto se nota una clara crítica a la actualidad, al consumo, al capitalismo, a la transformación de lo que antes era por lo que ahora es o podría ser. Todo ello tomando como base varias de las inquietudes del ser humano como la intimidad, la voluntad, el análisis, el tiempo, la seguridad, el dinero, la verdad y muchos más.

El análisis que hace frente a estos tópicos es muy bueno ya que toma como punto de partida el tema, después de disecciona en los puntos más fuertes y conocidos de él, para después ponerlos en tela de juicio con ejemplos de la vida cotidiana o textos que, siendo de hace varias décadas, aún siguen vigentes. La escritura es sencilla y todos pueden leerla sin el problema de palabras rebuscadas o no, cosa que sucede con la filosofía en general. este es un libro más acorde a la gente que no está muy entrada en la materia y que quiere comenzar con algo ligero, pero lleno de muy buenas preguntas y virtudes.

Seguro muchos de los que lean esta obra se sentirán tentados a debatir con sus cercanos sobre todo ello. Nadie que comience a pensar más allá de una vida rutinaria puede dejar pasar los mecanismos a los que estamos atados desde que nacemos. La seguridad es un tema vital, pero ¿cómo hacerlo si aquellos que nos la prometen son los primeros en hacernos daño? O, ¿cómo demandar verdades si nosotros somos los primeros en defraudar a aquellos que nos la dicen o creemos mentiras y las difundimos sin una crítica? Hay que pensar en lo que hacemos ahora para que el mundo no sea peor mañana.

La edición como tal es buena, pero tiene algunos errores ortográficos en palabras y signos de puntuación que sí me quedan a deber. Esperemos que en posteriores ediciones se pueda corregir.


FRASES
• La intimidad, en esta sociedad así constituida, es una bofetada a este intento de controlar, matematizar y reducir las personas a porcentajes y “restos”.
• Es esta una sociedad que vive al margen de las necesidades: no sabe qué es la sed, ni el hambre, ni la seguridad, ni el amor. Hemos perdido la noción del tiempo a base de fijarnos en la marca de los relojes o en su correa. Y la vida, ¡qué curioso!, ha perdido su verdadero sentido; no hay más que fijarse en las campañas de tráfico: si nos dicen que el exceso de velocidad nos puede matar, no hacemos ni caso; en cambio si reducimos la vida a una serie de puntos en el carnet de conducir, la cosa cambia y pisamos el freno.


(8/10)

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