La Vida Es Bella

El 1 de Septiembre de 1939 comenzó, de manera oficial, la Segunda Guerra Mundial, y terminó justo 6 años después, el 2 de Septiembre de 1945. Después de 75 años, aún seguimos con las consecuencias de aquella catástrofe a diferentes niveles, desde la ideológica, hasta la cultural o económica. En primer lugar, porque los ideales que se tenían siguen vigentes, aunque con otra base discursiva, en la que los afroamericanos o los latinos, o simplemente los diferentes, son repudiados por los que están en una zona económica alta. Lamentablemente, sólo se ha diluido un poco y se ha escondido el resto, pero seguimos sufriendo las repercusiones.

Es por ello que, aunque este mes, en México, se conoce como el Mes Patrio, también daremos cuenta de algunas películas, serie y libros que hablen sobre el conflicto desde varias perspectivas. Algunas ya las hemos criticado en años pasados, pero otras las tendremos por primera vez. El objetivo es recordar y no olvidar, para mejorar lo que queda, para hacer un breve homenaje a todos aquellos que, sin ser conscientes de lo que sucedía, fallecieron. Y para saber que, cuando podemos, somos lo peor y lo mejor del mundo.

Así comenzamos con una película que nos muestra ese doble sentido, esa ambivalencia del ser humano: La Vida Es Bella.

SINOPSIS
Es 1939, Guido se ha mudado a la casa de su tío con un amigo para estar más cerca del trabajo como mesero. En varias ocasiones, de manera imprevista, se encuentra con Dora, una mujer de la que se enamora y con la que se casará y tener un hijo, Giosue. Han pasado algunos años y, debido a la procedencia judía de su familia, Guido, su tío y Giosue son llevados a un campo de concentración donde, para evitar que su hijo se entere de la cruda y terrible realidad, le hace pensar que están en un juego.

Cada vez que alguien pregunta sobre alguna película de la 2GM, indudablemente, de las primeras en mencionarse estará este filme magnífico que, al igual que su título, es bellísima (a pesar del horror que muestra en su historia). Y es que así como lo dijimos más arriba, la película nos muestra la dualidad de la vida y del ser humanos, en su faceta más romántica e inocente que pueda existir, para después ser diluida (aunque por momentos sobresale) entre el terrorífico momento de la guerra y del mal del ser humano.

Con producciones de este tipo, de las que son conocidas por la mayoría de la gente, pocas palabras se pueden decir porque la historia es tan explícita que no valen explicaciones, sin embargo, hay pocos que aún no la ven y para ellos (para todos, pero en especial para ellos) será dirigida esta crítica. Claro que aquellos que ya la hayan visto, pueden decirme qué es lo que les provoca la película.

Ya mencionamos esa dualidad del ser humano, pero también está la dualidad en la sociedad y la educación que nos ofrece respecto al sitio en el que estamos. Guido no necesita más que vivir en su mundo, a través de risa, pero de seriedad cuando la necesita. El motivo más fuerte que tiene para hacer lo que hace, es su hijo y Dora, lo que muestra esa fuerza que el humano tiene para cuidar de lo que más ama, aunque sí, tenga que mentir en varias situaciones. Pero tenemos otros personajes que, aunque son excelentes, se recuerdan por momentos específicos.
Es el caso de la mujer que está en el mesa cuando se compromete Dora con el Funcionario. Su problema matemático es una muestra de su educación, pero también de la ideología que se encuentra con los fascistas. Cualquiera pensaría que el “horror” del problema recae en la división y la mención de lo racial y lo despectivo de las personas, pero no lo ven así los demás. Cualquiera pensaría que el doctor Lessing ayudaría a Guido, pero vemos, una vez más, la compenetración del ideal hasta eliminar una amistad o un cariño por otro de raza menor. Todos pensábamos que los iba a sacar del campo, pero sólo era la ansiedad de un acertijo. Y así hay muestras en varios personajes que, a través de pequeños momentos, nos damos cuenta de esa enajenación que imperó en aquella época.

Sin embargo, el amor, la esperanza y una suerte de diversión permanece en toda la película. En la primera hora vemos que todo es color de rosa (aunque haya escenas que ya van preparando al espectador sobre lo que vendrá, amén de que ya sabemos lo que sucedió en a 2GM), el romance flota y embarga la pantalla, soñamos con un romance como el que los dos personajes viven, con algunos gags que son divertidos. Y a pesar de que en la segunda hora se vuelve todo frío, de horror, espeluznante, siempre está esa breve chispa de alegría que nunca desaparece. Incluso cuando se llevan a Guido, con es marcha que indica que todo está bien aunque no lo esté, pero para su hijo lo estará.

Este terror u horror es magnífico porque no necesita ser explícito para saber lo que ha sucedido. Sabemos que hay una matanza no sólo en el campo en el que se desarrolla la historia, sino en muchísimos como este. Conocemos el dolor, el sufrimiento, las prácticas inhumanas que sucedieron, y aún así, cuando no nos lo muestran directamente, lo sentimos, lo vemos. No hay sangre, no hay muestras de cuerpos (sólo al final), no hay violencia desmedida, pero sabemos que es lo que hubo y eso vuelve a la película mucho más impactante, más profunda.

No hay mucho que decir sobre los aspectos técnicos o de la narrativa. Todo es extraordinario. Quizá la dirección es un punto débil, pero la fotografía es excelente. Las actuaciones son formidables. El diseño de los escenarios es perfecto, aunque veamos pocos, son fantásticos. Es una película impecable donde la comedia, el romance y el drama son mezclados en su punto.


FICHA TÉCNICA
Título Original: La Vita È Bella
Estreno: 20 de Diciembre de 1997 [Italia]. Mayo de 1998  [Cannes]. 23 de Octubre de 1998 [USA].
Reparto: Roberto Benigni. Nicoletta Braschi. Giorgio Cantarini. Giustino Durano. Sergio Bini Bustric. Horst Buchholz. Lidia Alfonsi.
Director: Roberto Benigni
Género: Comedia. Drama. Romance.


TRÁILER



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