Vértigo
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Es complicado crear, siquiera, una breve introducción a una película clásica, excelente y que se encuentra dentro de lo mejor de la historia. Es por ello que prefiero dejarlo así, mencionando que es una maravilla y esperar a que, antes de leer la crítica, decidan verla para poder coincidir con lo que diré más adelante. Vértigo es una sucesión de emociones magníficas que querrán disfrutar sin opiniones previas.
La película es una belleza por donde se mire, y no por nada está incluida en la mayoría (si no es que todas) de las listas de lo mejor del cine en la historia. El que sea una adaptación de una novela sólo la vuelve más increíble porque el trabajo de poder deslindarse de su origen y crear un producto dual, es decir, nuevo y a la vez con la esencia del libro, la convierte en un producto sumamente poderoso. Que la haya tomado Alfred Hitchcock para darle su toque especial, es todavía más afortunado.
La dirección es fantástica y recuerda a muchos de sus trabajos anteriores y posteriores a esta película. A pesar de que las locaciones son sencillas, Hitchcock logra darles un sentido mucho más apegado a la historia y no quedarse sólo en los sitios por donde ocurre la historia. Desde la casa de Ferguson, pasando por la excelente casa de su amiga, hasta lugares icónicos de San Francisco y sus alrededores, como la Torre Coit y el edificio donde Ferguson comienza a sentir vértigo.
La historia del detective que se enamora de su blanco quizá nos parezca un poco trillado a estas alturas, pero en aquella época, esta se convertía en una sorpresa narrativa. Lo bien que se trabaja el texto para que este romance sea creíble es de aplaudir. Aunque vemos que, a través de los días, se van encontrando y enamorando, no vemos escenas explícitas sexuales. Sin embargo, nosotros percibimos esos momentos en los que pudieron incluirse, pero no es necesario, y el resultado lo comprueba.
Las actuaciones son maravillosas. Aunque los protagonistas se llevan la fama, el papel de Barbara Bel Geddes es único y genial. Kim Novak es una belleza de mujer y aquí luce completamente. El resto de personajes, aunque secundarios, también logran transmitir lo deseado con sus papeles.
La trama es sencilla, pero lo que la vuelve un clásico es una serie de puntos. El primero es que es ejecutada a la perfección. Las dos horas son la duración ideal para contar los tres actos necesarios: el pasado y el presente, el comienzo del misterio y el giro argumental y final. Todo esto es magistralmente desarrollado y puesto en su lugar. El segundo punto es que no es necesaria la inclusión de otras historias secundarias que entorpezcan la principal, basta con presentar a los personajes y dejarlos vivir su historia.
El tercero es el uso del tema. El amor, la obsesión y el miedo a la vida y al amor es excelente. Podría ser poco explícito por el argumento del detective, pero se nota tanto que, si les sucede como a mí, preferiría elegir a Midge. La escena de la torre en que no puede subir y termina con la muerte de la esposa de su amigo, es crucial, así como la escena de inicio y cuando se da cuenta que Madeleine sigue viva.
Título Original: Vertigo
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