Interstellar
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Lamentablemente, el mundo se acabará tarde o temprano, y si seguimos haciendo lo mismo que estamos haciendo ahora, ese lapso se irá acortando y no habrá otro final más que la destrucción de nuestro hogar. No hace falta mirar a lo lejos (temporal y espacial) para ver que el cambio a peor ha comenzado y no se puede detener. Es como un cáncer que ha brotado en el planeta y que crece sin parar. Y nosotros somos ese cáncer. Nosotros somos la destrucción inevitable. Y lo peor es que no lo vemos o no lo notamos hasta que es demasiado tarde.
El descongelamiento de los polos, la tala imparable de zonas forestales, la caza y pesca de animales que nunca volverán a aparecer, todo en extinción. Y quizá todo parezca muy lejano para nosotros, que los efectos de todo ello se notarán más en unos 30-50 años, y quizá tengan razón, pero, ¿quieren dejarle esos a sus hijos? ¿Y a los hijos de sus hijos? Buscar otro sitio donde vivir podría ser una opción, sin duda, pero también serie aceptar que donde estemos será destrucción. Y el nuevo planeta para vivir, ¿cuánto durará con nosotros en él? Esto es lo que nos cuenta como inicio la película «Interestelar».
Ante fantásticas producciones, lo único que uno puede hacer es perderse en elogios y recomendarla, porque hablar de ella en un aspecto más detallado sería describirla por completo y perderse entre los detalles. Y sí, normalmente termino con la conclusión recomendándola o no, pero en esta ocasión me permito hacer desde ahora: véanla con tiempo, con atención y con la mente abierta para lograr alcanzar la mayor parte del mensaje que tiene para ofrecernos, mensaje visual y narrativo.
La película podría dividirse en escenas (y quizá así está dividida en algún DVD o BR) por la forma en que está editada y vemos claramente los cortes. Pero también porque está separada de la misma forma narrativa en diferentes sitios. La primera se sitúa en la Tierra, es una introducción de la forma en que, en un futuro no muy lejano, el planeta se ha vuelto árido, peligroso para el humano, carente de varias cosas y donde el trabajo más valorado es el de granjero. Quisiera no sentir una melancolía al ver esa sección, pero es inevitable, ver que todo eso puede pasar. Si en esta época la búsqueda de un planeta en el espacio ya es tema recurrente, no hace falta mucho para vivir como lo plantea la película. La destrucción del planeta es inminente, la velocidad en que se propague a todo el globo es la cuestión y en la película, aunque nos muestra sólo una parte de Estados Unidos, nos hace pensar que, si así está ahí, en otras partes debe estar peor, o inexistente.
Una segunda sección comienza cuando el mensaje es descifrado y llegan al sitio secreto de la NASA. Escuchar cómo han desestimado a la NASA y cómo se ha convertido en una sección non-grata para el gobierno, es increíble. Pero lo más importante es que ellos no cejan en la importancia de buscar un sitio que sirva para la vida humana. Tanto que han encontrado varias posibilidades y han mandado a exploradores. Lo increíble en ello es que se han mantenido vigentes a pesar de las contrariedades y se convierten en una suerte de salvadores (obviando a los protagonistas). Esta sección termina cuando el cohete sale hacia el espacio, hacia Marte, Júpiter y el agujero negro.
La historia llena de ciencia, ficción, ciencia ficción y arte comienza desde aquí. Desde aquí (aunque ya desde antes) la conversación científica se vuelve mucho más importante porque vemos situaciones hipotéticas que los propios Nolan (hermanos) tuvieron que pedir consejo de verdaderos físicos para crear la trama y no se volviera un sinsentido espectacular. El hecho de que se hable y se muestre el agujero negro ya es un avance sorpresivo en el cine, y no sólo por mostrarlo sino por hacerlo con bases científicas y quizá hasta prácticas y reales. Como dije, todo fue apoyado por físicos que materializaron la mecánica del agujero negro y el modo en que la nave pueda viajar a través de él hasta llegar a otro punto (por ahora, como primera instancia).
Es fascinante la manera en que la narrativa literaria se conjuga con la científica y la ciencia ficción (porque está claro que nadie ha viajado por un agujero negro y no sabemos cómo funciona), y aunque los grandes físicos podrían encontrar fallos en sus explicaciones, vaya que también puede haber hipótesis que en un futuro servirán de mucho en teorías (y otras que ya existían, por supuesto).
La película navega por dos cosas en su trayecto final. El primero es la muestra de que se ha encontrado un planeta ideal para una nueva colonia humana. Y el segundo es lo que nos lleva a ilusionarnos aún más con la película, la explicación de las dimensiones, del amor y de los mensajes que sobrepasan distancia-tiempo. Hablar sobre cada uno sería exhaustivo, y lo más sorprendente es que no se trata de algo que uno pueda explicar cómo generalizado, sino que todos y cada uno puede ver e interpretar el mensaje como le agrade. Que el amor es lo más importante, que el amor es otra dimensión, que el amor es intangible y sobrepasa el universo, que en un futuro lograremos controlar todas las dimensiones habidas y por haber y así convertirnos en esos fantasmas que transmiten mensajes. Cualquier interpretación es válida porque cada persona entenderá lo que en ese momento sienta.
Sin duda, todo el aspecto técnico es maravilloso. Hay un antes y un después desde el estreno de esta película que había comenzado con «2001: A Space Odyssey» y que en esta ocasión va más allá. A nivel fotográfico, de dirección y de banda sonora es una delicia. A nivel actoral, todos lo hacen muy bien, aunque me hubiera gustado ver más a Anne Hathaway y Jessica Chastain, sus momentos en pantalla son pocos y muy buenos, pero creo que no son muy bien aprovechadas. Al igual que el tramo final, la creación del hábitat Cooper, hubiera sido más impacto ver la diferencia que hay entre los que viven ahí y lo que se perdió en la Tierra. Es decir, lo que ha cambiado en lo que ahora es su hogar y lo que fue su hogar.
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