La Palabra Mágica

Hay autores que son maestros en la escritura de largas extensiones como en las novelas; mientras que otros son excepcionales en las extensiones cortas, como en los cuentos o microcuentos. Augusto Monterroso, escritor guatemalteco, es un ejemplo de estos últimos, siendo reconocido como uno (si no es que el número uno) de los mejores escritores del microcuento.

Es sabido por todos los amantes de la literatura, que «El Dinosaurio» es una obra muy sui generis que puede leerse desde distintas perspectivas, pero que esa misma aura mística lo coloca como el microcuento por antonomasia. «La Palabra Mágica» resulta un ejemplo de esto, pero más que microcuentos, son escritos breves, pero no por ello menos importantes.

SINOPSIS

En este estuche de joyas que es La palabra mágica, donde Augusto Monterroso no nos ofrece sus maravillosas e ingeniosas (y breves) fábulas de siempre, sino maravillosos e ingeniosos (y breves) homenajes a autores y géneros literarios, el propio Monterroso señala que cierto autor (se refiere a Borges) ha creado un estilo inimitable que uno desea imitar de inmediato.

Lo mismo, exactamente, sucede con ese otro notable y misterioso y deleitable (y breve) autor que es Augusto Monterroso. Uno quisiera explicar concisamente por qué La palabra mágica es no sólo un libro encantador y brillante, sino también importante y sustanciosísimo, aunque (y porque) es un libro breve. [Cortesía de Anagrama]

Tras tener un antecedente sobre las obras de Monterroso, no había que esperar algo menor en esta presente obra, pero lo más importante fue darme cuenta que «La Palabra Mágica» no es lo mismo que otros libros, sino que tiene algo propio. Es una recopilación de textos que parecen cuentos, pero que también parecen ensayos breves, pero que también tienen tintes de homenajes a grandes escritores de la Historia de la Literatura como Shakespeare o Jorge Luis Borges, pero también logra dar, de manera puntillosa, su opinión sobre varias cosas, en forma de anécdotas o diarios.

Desde su primer texto que habla sobre el destino de los libros ante un sinfín de posibles rutas, que bien puede ser la lectura masiva o el olvido eterno, ya ofrece una cierta dosis de honestidad, mezclada con un optimismo que luce agradable. Y así continúa con los demás textos que, si bien son de una temática variada, pues convergen sueños, opiniones, críticas y hasta anécdotas, cada uno se percibe de una manera única y casi divertida. O al menos «Sobre La Traducción De Algunos Títulos» que, siendo sólo una investigación corta, logre hacer que el lector se entere de verdaderas lecciones gramaticales y etimológicas de títulos en inglés que en español han tomado otro significado.

El autor mantiene un ligero toque cómico, pero no de aquel que debe hacer chistes para dar gracia, sino del que aparece por sí mismo, natural, al contar todo lo que nos quiere decir. Su escritura es muy amable, es muy lucida y muy clara, a pesar de tocar algunos puntos que logran llegar a lo erudito en literatura.

El libro es una excelente forma para entrar al mundo literario de Augusto Monterroso si aún no lo has hecho, y para los que ya lo conocen, es una excelente forma para continuar porque conocemos otra faceta. Un buen libro que nos deja grandes textos para recordar y analizar.

FICHA TÉCNICA

Título Original: La Palabra Mágica

Autor: Augusto Monterroso

Año: 1983

ISBN: 968-411-110-X

Páginas: 120

FRASES

• Los libros tienen sus propios hados [...] Una vez escrito -y mejor si publicado, pero aun esto no es imprescindible- nadie sabe qué va a ocurrir con tu libro [...] el libro correrá su propia suerte y va a prosperar o a ser olvidado, o ambas cosas, cada una a su tiempo.

• La experiencia humana no es acumulativa.

• Para publicar un libro sobre la propia vida no es necesario ser nadie ni ser algo ni ser nada. Se necesita únicamente escribirlo y, si es posible, escribirlo bien.

• Vivir es común y corriente y monótono. Todos pensamos y sentimos lo mismo: solo la forma de contarlo diferencia a los buenos escritores de los malos.

⭐ (8/10)