Karate Kid: Leyendas
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Alargar y alargar una historia o un universo de historias siempre tiene sus consecuencias. Las hay buenas, donde una expansión logra tocar temas que no se pudieron hacer en los primeros trabajos; pero también las hay malas, donde las cosas se vuelven repetitivas porque, creyendo que contar un mismo argumento varias veces puede ser llamativo. Y no es así. Cosas similares han ocurrido recientemente, y también pasa en la presente saga que continúa con «Karate Kid: Leyendas».
Tras «Cobra Kai» y confirmar que la película de «Karate Kid» del 2010 se volvió canon, el universo de las artes marciales creció enormemente. Ya no se enfocaba en el karate, sino que también entró en la conversación el kung fu. Y además de ello, los dos diferentes maestros que se ven en cada arte marcial, el shifu y el sensei. Pero como mencionan en la presente película, se pueden considerar dos ramas de un mismo árbol, cosa que no sólo confirma que un universo puede crearse desde ahí, sino que también pone a discusión cuál puede ser mejor que el otro.
Pero la película no aborda eso, sino que se va por lo seguro, unir a ambos lados para crear un mismo estilo. El problema que ocurre es que en la historia no se ve esa unión, sólo hay 15-20 minutos de escenas donde parecen entrenar, pero no hay un enlace que muestre una armonía entre ambos maestros, entre ambos estilos y entre ambas ideologías (y esto debió ser importante porque cada uno lleva un recorrido de años, y no se ve un impacto entre las dos figuras, sólo hay una escena donde confrontar el estilo, pero no pasa de una anécdota).
Otro problema es que, teniendo en cuenta el pasado, las estrellas que aparecen en la película (que son mal aprovechadas) y su historia en la saga, no hay un enfoque claro en la historia. O se trata de un homenaje para los dos maestros, o se trata de la historia de Li Fong y su trauma, o se trata del padre de Mia y su pasado de boxeador. Hay una mezcla de tramas que no resultan muy bien y que, las que parecerían menos importantes, se vuelven más grandes, a diferencia de las otras. Hay una desproporción de las líneas argumentales y su importancia.
Por ejemplo, se supondría que lo más importante, el clímax, es el enfrentamiento con Conor, su rivalidad y su pelea final en el Torneo, pero esta historia pasa tan desapercibida que es más importante (en la película) el punto romántico y de celos, a diferencia de la pela final, puesto que todo el torneo ocurre en sólo 10 minutos, muy rápido para todo lo que se pretende causar.
Las actuaciones no son malas, es el guion el que está mal y que se desvía en otras cosas. Cuando vi a Joshua Jackson entrando, listo para pelear, me pregunté si la película se trataba sobre él o sobre Li, y eso crea una ruptura en el espectador. La primera hora pudo contarse en 20 minutos, y darle un ambiente más importante a la segunda parte.
Hasta la inclusión de LaRusso parece muy forzada, al igual que la mención de todo el karate y del Seño Miyagi. Pareciera más una secuela de la del 2010 que una unión de toda la saga.
Lo mejor, el cameo de William Zabka en la escena de los créditos.
Título Original: Karate Kid: Legends
Estreno: 8 de Mayo del 2025 [México]. 30 de Mayo del 2025 [Reino Unido / Estados Unidos]. 8 de Agosto del 2025 [España].
Reparto: Jackie Chan. Ralph Macchio. Ben Wang. Joshua Jackson. Sadie Stanley. Ming-Na Wen. Aramis Knight. Wyatt Oleff. Shaunette Renée Wilson. Tim Rozon. Pat Morita. William Zabka.
Director: Jonathan Entwistle
Género: Familiar. Drama. Acción. Deportivo. Artes Marciales.
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