La Conspiración
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Uno de los misterios de la vida humana, después de conocer el propósito de la existencia, es saber si somos la única especie en todo el universo que tiene vida. Algunos científicos creen que la casualidad de ser el tercer planeta a distancia del Sol es lo que hizo que en la Tierra fuera posible la vida, además de la combinación aleatoria o destinada de los elementos necesarios para crearnos. Otros se decantan más por el hecho de que seamos el único planeta que tiene vida. Pero hay otros que aceptan que, así como la probabilidad hizo que existiéramos, también pasaría lo mismo en otro sistema solar.
Esta última visión es muy debatible porque, para conocerlo, haría falta evidencia, y debido a que la tecnología aún no ha llegado a los extremos de mandar sondas de vigilancia a exterior de nuestro sistema solar, es imposible saberlo. A menos de que, de alguna forma, aquella forma de vida extraterrestre haya llegado a la Tierra. Si así fuera, la noticia cambiaría la percepción histórica, filosófica, religiosa y social del planeta.
Esto es lo que Dan Brown nos cuenta en su segunda que no pertenece a la saga de Robert Langdon, llamada «La Conspiración».
La casualidad en Dan Brown no es algo que se encuentre arraigada, y tampoco en su obra, amén de que pareciera que cada uno de sus libros intenta hablar de algo que pareciera desconocido para el público, pero que, justamente años antes, ello ha salido a la luz con gran revuelo. Debido a ello, quizá algunos podrían decir que aprovecha el momento para sacar sus novelas y que el tema prevalezca con vida para darle aún más empuje a sus obras, pero, independientemente de ello, hay que aceptar que, por sí solas, tienen un elemento entretenido que las hace queridas por muchos. Ésta, siendo su segunda novela que no figura en la saga de Robert Langdon, es quizá la más pobre a todo nivel de su bibliografía por varias cosas.
El tema tal vez sea lo único que se mantiene vigente a través de sus obras, y que en esta sigue en su tono conspiranoico (por ello el título en español, y por la misma historia). El problema en ello surge cuando se enfoca en dar una excesiva cantidad de detalles que lo convierten más en un producto de información que en una novela. Pero no sólo eso, es como si todo lo que Brown hubiera investigado, lo quisiera colocar a fuerza en la historia, como diciéndonos que pudo averiguar todo ello y que somos elegidos para conocerlo. Esto hubiera sido bueno si, entre ello, también existiera una buen amanera de sacar a luz cada detalle y cada observación, pero parece como si estuvieran plantados exclusivamente para que se luciera al contarlos.
No por ello decimos que sea malo, es más que la detallez hace que la historia pierda sentido y, por ende, la novela al completo se sienta abrumadora y lenta. En sus anteriores obras veíamos que cada capítulo era corto y eso hacía que la historia fuera lenta, pero su descripción de cada evento la hacía bien, aceptable, en la medida de lo posible acertada. Pero en este libro no basta con capítulos pequeños y descripciones pequeñas, sino con cada momento explicado al cansancio, lo que hace que la mayoría de capítulos no cuenten nada o cuenten muy poco y sean muy extensos.
A pesar de ello, lo intrigante del tema, lo políticamente correcto y lo bestial que puede ser una campaña política para llegar a obtener el mayor puesto es evidenciado con un buen punto de vista. Es cierto que es ficción, es cierto que si sucediera algo así, lo sabríamos, pero también es verdad que hay cientos de escándalos que han hecho que un presidente o un candidato a la presidencia sea vilipendiado por la opinión pública. No hace falta recordar ejemplos, pero hay muchos, y en la actualidad, con las redes sociales, cada movimiento es vigilado por todos.
Los personajes están bien, y es curioso que el autor haya vuelto a colocar a una mujer como protagonista, quizá para balancear lo que vendría en un futuro. Sin embargo lo hace bien, es un poco más humana (aunque su puesto político sigue siendo de una sección reducida) y las problemáticas personales, laborales y familiares la hacen un buen personaje (usa algunas repeticiones de otras historias como su fobia, su buena personalidad, su trabajo en el gobierno). En su contraparte, su padre es un villano silencioso que no terminamos de conocer al completo. Lo vemos en diferentes situaciones, pero no logramos saber más de él que lo que le interesa. Así llegamos a todos los demás personajes secundarios donde Gabrielle Ashe es de lo mejor (¿alguien más se imaginó a Ashley Madekwe en el papel?).
La lectura es fácil, pero enrevesada por algunos momentos. Aunque es fácil avanzarla (a pesar de sus más de 600 páginas), también es lenta y llena de descripción que pudo omitirse y hacerla mejor. Para quienes hayan leído más del autor antes de éste, verán que no hay nada de símbolos ni códigos por descifrar, quizá sea por ello que la historia es la más básica de todas sus obras, de hecho podemos ver en ella una suerte de semilla para lo que sería un libro posterior («El Símbolo Perdido»).
FICHA TÉCNICA
Título Original: Deception Point Autor: Dan Brown Año: 2001 ISBN: 978-607-07-0665-3 Páginas: 624 FRASES
• Sin amor, todo lo demás carece de sentido.
• La política es un negocio desesperado.
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⭐ (6/10)
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