Amaneceres Del Husar

El lenguaje es una herramienta y como tal hemos de usarla, no como algo puesto y dispuesto, sino como una masa que podemos moldear, que podemos crear, recrear y volver a moldear a nuestro gusto o disgusto. Eso es lo que muchos autores, dedicados a revaluar el lugar del lenguaje, nos dicen y repiten: hay que jugar con el lenguaje, con las palabras, con el sentido y el sinsentido. Todo lo que vemos, escuchamos, decimos, tocamos, es susceptible a ser colocado en una historia y como tal debemos hacerlo, pero el lenguaje nos ayuda a darle nuevas perspectivas a todo ello. Así es como Eduardo Casar nos muestra en «Amaneceres Del Husar».

SINOPSIS
En la novela, los lugares comunes, unas veces repudiados y los menos venerados, son un artificio irreverente, un arma para discurrir contra la trivialidad de todos los días. Un Husar sin acento y sin caballo es el singular personaje de esta historia, quien amanece para el encuentro y en el absurdo de las palabras de todos y de nadie, las cuales han perdido el sentido y ya desvanecidas reclaman la atención de otras voces, quizá menos vulgares de lo que aparentan, o más eruditas si de lengua de poetas se habla.

Lo que sabe hacer Eduardo Casar es desprenderse de la cotidianeidad de las palabras y dejar que ellas jueguen en el patio llamado hoja de papel. Si creemos que una cosa llevará a algo, nos sorprende por su inocencia y llega a otra muy diferente. Ese es el juego que disfrutamos los que logramos ver lo lúdico en ello, en dejar de ser simple y narrar todo de manera lineal y dejarse llevar por las ramas cual si fuera un árbol.

La historia si bien es cierta deja muchas cosas sin explicar y el realismo mágico no es tan evocador en todas partes, sí permite ser una nueva forma de contar una historia.  Por ejemplo, la verborrea que hay en los personajes que se cuentan cosas que a veces no tienen porqué o que un pensaría que el otro no entendería, pero lo hacen, siguen el juego (esto lo explica el autor en una entrevista, pues quería que todos usaran un mismo lenguaje o conocimiento). Otro es la simbología, en el cual lo que sobresale es el embarazo del Husar.

En ocasiones, la novela o diario o hasta una sucesión de cuentos cortos que bien podría haber sido escrito por un tercero, cuenta la historia del Husar que, pasando por encuentros y desencuentros, termina embarazado. Pero es simbólicamente, porque hasta vemos a la tristeza entrar en él en un pasaje muy interesante y bien logrado. Lo que no se logra es sostener todo el libro mediante este juego de palabras, de metáforas que no se usan y de sentidos literales. Si bien es verdad que es divertido, también resulta pesado en varias partes y podría ser mucho más para quien no esté acostumbrado a este género.

No podemos negar la influencia de Cortázar o de Lezama, así como de otros escritores y filósofos que se dejan ver dentro del libro. Siendo que la trama es convulsa en su intento por entrelazar cada capítulo, se debe tener harta concentración y disposición para su lectura. Si así están, lo disfrutarán.


FICHA TÉCNICA
Título Original: Amaneceres Del Husar
Autor: Eduardo Casar
Año: 1996
ISBN: 968-19-0323-4
Páginas: 128


FRASES
• Los peseros poseen leyes propias irreductibles a las de cualquier otro medio de transporte. La cercanía visual y física de sus ocupantes configura relaciones sui generis, maneras de mirar o de moverse que no se dan en metro o en camión.
• El trolebús se hizo a la parada. El Husar, al abordaje, afanoso como un elefante equivocado. Pagó. Otra vez. Una vez más. De nuevo. Ahora sintió que algo se traía entre manos: era el boleto.
• El absurdo de las palabras de todos y de nadie, las cuales han perdido el sentido y ya desvanecidas reclaman la atención de otras voces, quizá menos vulgares de lo que aparentan.


(8/10)

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