Mi Verdadera Historia

La prosa de Juan José Millás nos ha encantado desde la lectura de su primera antología que tuvimos a la mano. No es sorpresa que no seamos los únicos que han quedado encantados con la calidad de la pluma que tiene para retratar aspectos de la vida humana con una gracia e ironía sin igual. Esa peculiar forma de contar historias es la que lo ha llevado a ser reconocido no sólo en España, sino en varios países de todo el mundo.

En cuanto a la visión de la literatura, se pueden identificar dos lados, a grandes rasgos, que suponen la experiencia completa de Millás: el escritor y el lector. ¿Qué es lo que hace al escritor un individuo atractivo para el lector? ¿Cómo logra realizar obras que llamen a los lectores ávidos de conocer aventuras que los desconecten o conecten a la realidad? Esta vez, con un poco más de mensaje explícito, aunque igualmente con un mensaje entre líneas, hablamos de su obra llamada «Mi Verdadera Historia» que nos cuenta un poco de estos dos bandos.

SINOPSIS
Un adolescente se encuentra reflexionando en la distancia que hay entre él y sus padres y decide pensar en el suicidio. Un puente es el sitio elegido para saltar, pero antes decide arrojar una canica a un automóvil provocando un accidente y la muerte de 3 pasajeros, sólo una adolescente de su misma edad sobrevive. El chico no sabe si contar a sus padres lo sucedido o no, así que, para evitar algún castigo, se lo guarda y experimenta los cambios que aparecen tras ser el autor de ello, así como la creencia de que su madre sabe que él es el culpable y el acercamiento de él con Irene, la sobreviviente.

Si han leído la novella llamada «Nada» de Janne Teller, seguro que, cuando lean esta pequeña y magnífica obra se verán tentados a mencionarla, no como comparación sino como referencia de la profundidad con la que los autores logran hacernos entrar con pocas páginas a una historia determinante, reflexiva y espléndida. Si la primera fue vetada en varios países por su negatividad o su sentido existencialista nihilista, la presente obra no puede ser calificada por menos.

En general, es una novela corta que varía en un poco de comedia y un drama que profundiza en la psique humana de un adolescente y su crecimiento como culpable de una acción que crece junto con él. La comparación (lejana, pero cercana a la vez) de «Crimen Y Castigo» de Dostoievsky es una clara referencia de lo que quiere dar a entender el autor. La experiencia humana de cometer un crimen sin castigo consecuente, la sospecha que recae en sus padres, pero el preferir que su castigo sea vivir con él y no llegar a las autoridades.
A veces, y seguro que sucede en la mayoría de casos de delitos, el castigo no es así, es decir, no aparece después de haber cometido la falta, y en un buen porcentaje de ellos, el castigo no se presenta de forma externa, sino en forma de penitencia, donde el criminal sufre por su acción.

Por parte del adolescente es donde vemos todo el cambio y el meollo de la historia. Crece siendo un niño normal, con sus diferencias que lo hacen único como orinarse en la cama y esperar a que sus padres le den un poco de cariño. Todos hemos llegado a un extremo en que esa ausencia de cariño nos lleva a pensar en extremos, y algunos en suicidio (como el protagonista, que no sólo lo piensa, sino que lo planea), pero lo que ocurre es que una serie de casualidades lo llevan a alejarse de ello y cambiar. El crimen es una barrera que cruza, pero que no entiende hasta que crece, hasta que asimila el evento, hasta que logra verlo con su interior y tiene esa ansiedad de contarlo.

La inocencia, el crimen, la impunidad, el pensamiento, el devaneo cerebral desde que se ha cometido hasta que decide acercarse a la chica sobreviviente y tener una relación con ella. Así como se sorprende al entender lo que es «morbo» y «psicópata», se da cuenta que él mismo ha sido uno de ellos; no podemos dejar de compararnos (mucho o poco) con esas sorpresa al darnos cuenta de cosas que no sabíamos que éramos. El crecimiento personal y el paso de una infancia tardía a una adolescencia no es siempre tranquila, a veces sentimos que no encajamos, que somos muy diferentes a nuestros padres y que no somos lo suficientemente buenos para ellos.
Es por eso que el chico se ve en su padre como un reflejo en su personalidad y gustos. Si su padre lee y critica libros, él quisiera ser un escritor, para que así se acercara a lo que él es, aunque sea de forma indirecta. Por eso cuando gana el concurso, es fatídica la noticia de saber que no leyó su cuento.

La psicología juega mucho con el personaje principal, juega mucho con nosotros como lectores, y es que la dualidad de autor/escritor puede cambiarse como autor/culpable. Bien dicho lo tiene la frase que aparece en el libro: «y tú, ¿qué escondes?». También podría haber dicho, ¿de qué eres culpable?
Pero a veces es mejor guardar nuestros secretos.


FICHA TÉCNICA
Título Original: Mi Verdadera Historia
Autor: Juan José Millás
Año: 2017
ISBN: 978-607-07-4489-1
Páginas: 112


FRASES
• No es preciso contar todo a los padres, cada uno tiene sus secretos.
• Si dices que sí a todo, la gente te toma por normal… A veces, para decir sí, conviene decir no.


(8.5/10)

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