Casi El Paraíso
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México tiene una historia llena de momentos espléndidos que pasarán a la memoria del país, pero también los hay donde sus habitantes han tenido que sortear momentos desagradables para seguir viviendo, siendo parte de un territorio que, por sí solo, es mágico. Pero sus habitantes no lo son por completo, y menos cuando la bondad es aprovechada por aquellos que saben como manipular y sacar beneficio de aquellos que creen que todos tienen su lado amable. La idiosincrasia o la forma de ser de un pueblo, ciudad o país, ha hecho que todos tomen en cuenta esa imagen para el exterior. México ha sido uno de ellos que, desde su pasado, tienen un estigma muy frío.
Son momentos en la Historia los que marcan la vida del país y de los habitantes de éste. Pero son los propios habitantes los que, con su proceder, hacen que la imagen del país sea el que es y el que será. Hubo (hay y habrá) una época en que la gente no tenia conciencia de quienes eran, por lo que cualquiera que supiera quién era y cómo desenvolverse, podía estar por encima de aquellos que no. Un título, un reconocimiento, la clase alta tenía el control y Luis Spota cuenta una historia donde esto es lo fundamental en la historia mexicana: «Casi El Paraíso».
He de decir que la novela es buena, tiene muchísimos detalles que la hacen ser un digno material de estudio de los personajes, de la temática y del proceder en cuando al país en que se sitúa, es decir, México (porque sí tiene un significado muy particular que se sitúe aquí). Pero también debo aceptar que ese aspecto histórico (porque se sitúa en la época posrevolucionaria) no me agrada mucho (más por un aspecto personal que por el libro mismo). Aún así, la calidad de la obra se mantiene vigente y esos aspectos quizá sean los favoritos de otro lector.
Independientemente de lo anterior mencionado, la novela es la primera parte de una bilogía que sigue con «Paraíso 25». En la presente obra conocemos la vida de Amadeo/Príncipe Ugo Conti en dos momentos de su vida. Esta estructura es interesante y didáctica hasta cierto punto. Al inicio y hasta la mitad de la obra sí creemos que se trata de dos personajes diferentes, y cuando sabemos que es el mismo, no cambia la historia, pues ahora tenemos esa inquietud por saber cómo llegó a convertirse en el Príncipe. Esta forma de narración alienta al lector en seguir la historia pues así se logra llegar a ese punto inflexivo donde todo cobra sentido por completo.
Ahora bien, la época también tiene un sentido importante porque después de la Revolución, todos los mexicanos quedaron a merced del cambio, esperando que quienes tenían el poder y quienes habían ganado, se proclamaran para darle ese nuevo rumbo al país. Pero tras ese cambio y la aparición de los Reyes, Príncipes, Duquesas, etc., México se volvió un país donde ellos podían hacer una vida fácil. Por ello, el propio Amadeo/Ugo Conti dice que México es "casi un paraíso", porque cualquiera que quisiera aprovecharse de él, lo podía (puede) hacer y obtener grandes beneficios. Y esto nos lleva a la facilidad de convertirse en otro.
Amadeo crece en un lugar poco amable, aunque sus experiencias son muy buenas y sus cercanos lo cuidan (hasta su madre tiene algunos momentos de ser buena madre, aunque con no tan agradables situaciones), el camino elegido lo lleva a meterse en problemas. Ahí conoce a Francesco, quien le hace visible la facilidad con que puede fingir ser alguien más, alguien de la realeza, y todo ello es debido a la credibilidad sin comprobaciones de los humanos, en específico, de los habitantes mexicanos. ¿Será que es un atributo nuestro? ¿El ser crédulos ante figuras de gran tamaño (porque Amadeo tenía complexión italiana, lo que le daba verosimilitud a su argumento)? ¿El que sólo se necesite que aparezca alguien diciendo que es Rey o Príncipe o Duque y creerle sin más? Así parece que sucede en la novela y eso es lo grave, porque bien puede (pudo y podrá) ser real.
Cada personaje está excelente en la historia, aunque siento que hay muchas páginas de más, porque todo lo que sucede en el intermedio de las dos historias es muy extensa. Lo mejor sucede en el inicio y en el final. La ambición que busca Amadeo es regida por su pasado, es esa ambición que parece natural porque quiere olvidarse de todo lo que sufrió de niño, por eso no mide las consecuencias cuando decide hacerse amigo de Alonso Rondia y aceptar su hija para hacerse de su fortuna. Ante esa ambición, esa riqueza desmedida, esa división de los ricos y los pobres que apenas sobreviven en un México que apenas comienza a reconstruirse, Luis Spota logra enmarcar un fantástico cuadro de nuestra historia.
⭐ (7/10)
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