Hacia La Fundación
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«Quien no sepa su pasado, está condenado a repetirlo», así reza una frase y en la Serie de la Fundación no hay momento en que no sea totalmente cierta. La asombrosa habilidad de Isaac Asimov de crear todo un universo (literalmente, pues ha creado miles de planetas con sus respectivos habitantes, costumbres e historias) no sólo es así debido a su gran capacidad imaginativa, sino que recrea lo que nosotros mismos hemos vivido.
La historia se vuelve a repetir y nosotros estamos dentro de ella. La historia se siente como un infinito bucle que sólo toma las diferencias características de la época en que está, pero los problemas son los mismos, con sus respectivas proporciones. La historia se repite y el fin de los gobiernos siempre llega.
Esto es lo que nos cuenta Asimov en la segunda novela fundacional, que también se le llama Ciclo De Trántor, décima en la Serie completa y la última en ser publicada cronológicamente: Hacia La Fundación.
La fantástica imaginación de Asimov, como lo mencionamos en la introducción, es asombrosa, la creación de todo un imperio centralizado en un sólo planeta es innovador en la literatura, pero no tanto en la historia. Ya lo dijimos, pero no pasa nada al repetirlo, la historia sigue su curso, pero siempre vuelve a tropezar en los mismos momentos en que se creía que podría mejorar. Esto lo plasma en una historia que mezcla muy bien el misterio, el detectivismo, el suspenso, la ciencia y tecnología, así como la fantasía. Pero ante todo, la realidad de la fragilidad del humano.
La estructura de la novela es de fácil lectura, los capítulos en que está dividida la hace más clara en sus temáticas, y más aún por la división temporal en que está escrita, casi cada 10 años en cada aventura. Los protagonistas son, claramente, Hari y su familia, pero también aquellos que se mencionan y que se vuelven fundamentales en ella, como los enemigos, los rebeldes o todos aquellos que planean algo para atacar al Imperio.
Esta segunda novela, siendo la última que publicó, es una clara continuación de la anterior («Preludio A La Fundación») y así se siente una gran introducción para lo que vendrá con la creación de las Fundaciones y el uso de la Psicohistoria. Como dije en el libro anterior, todo lo que nos ha narrado en estos dos preludios, son una gran plétora de información que debemos analizar muy bien para entender lo que vendrá.
Gracias a estos dos libros conocemos y entendemos a Hari Seldon, logramos ver su vida y las personas que lo rodean. Además, tenemos la gran conexión que nos muestra que toda la Serie es continua y es la aparición de Daneel. Los robots ha desaparecido hace siglos, pero sólo uno sigue en pie (dos, contando a Dors, al inicio) y es el que intenta mantener a la humanidad sin riesgo, pero Hari es algo parecido a él al crear la Psicohistoria y así los dos lo logran juntos.
Quizá quede en segundo término la invención de los planetas, sus culturas, tradiciones y demás, pero no podemos dejar de mencionar un pasaje que me ha dejado helado. Mandel Grubber, un hombre que sabía que el trabajo administrativo es una muerte lenta, que prefería seguir en el exterior y cuidar los jardines, y cuando es ascendido a jefe de jardineros, su vida no hace más que implosionar, no puede con la realidad de que no volverá a ser feliz y termina con ella de una manera impensable. Una forma cruda de lo que sucede en esta época.
Sin duda, fue una gran despedida de Asimov del mundo literario y de su Serie más recordada y lograda.
⭐ (8.5/10)
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