Mi Hijo
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Independientemente de lo que hagamos hecho antes o durante la maternidad o paternidad, siempre sentiremos que no damos el 100% de ello. Así que, cuando ocurre algo fuera de nuestras manos, nos debatimos entre todo lo que podamos hacer y lo que humanamente sea posible. Si algo drástico sucede, está claro que los padres se harán responsables por ello, como en Mi Hijo.
Primeramente, se trata de una adaptación de la película francesa, que curiosamente fue dirigida por el mismo que ha realizado la versión en inglés. Dentro de estas curiosidades, hay una que parece muy interesante y es que James McAvoy, el protagonista, no tuvo un guion con diálogos, sino que improvisó las líneas que se ven en la película.
Teniendo la experiencia de su anterior película, esta nueva versión se sitúa como algo para mejorar su resultado. Pero hay muchas cosas que terminan por dejarla en una situación de que pudo ser mejor. En otros aspectos se nota la maestría del director. Por ejemplo, el uso de la cámara en varias perspectivas y en varias escenas que logran transmitir el mensaje deseado. La fotografía, debido al maravilloso escenario escocés, es espléndida, se ve hermoso cada plano, cada río, riachuelo, montaña y bosquecillo que se puede observar.
La historia está clara en el tema sobre el secuestro de niños para llevarlos a sitios más elevados. Hay muchas películas sobre secuestros de niños, pero esta se instala dentro de algo mucho más personal debido a que la vemos desde la perspectiva de los padres, de su afección y de cómo logran resolverlo. Ésta última temática también es poderosa debido a que muestra una relación que se veía rota y que lleva al extremo de desconfiar por el nuevo novio de su ex que lo manda al hospital. La adrenalina de todo por lo que se entera lo lleva a resolver todo. Quizá la última parte se vuelve muy exótica, es decir, ya muy exagerada, pero a nivel general, es un buen final, aunque con cabos sueltos (¿a qué se debía que los altos mandos prohibieran el rescate?, es decir, ¿con quién estaba ligado la banda de secuestradores?).
A este último respecto, todo se logran muy bien por las muy buenas actuaciones de todos, en especial de los dos protagonistas. Primero, resaltando la labor de McAvoy por no tener un diálogo, pero haciendo que en cada escena se transmita lo que cada una tiene de mensaje: tristeza, dolor, enojo y esperanza.
La película es buena, visualmente es hermosa, la mezcla con el soundtrack y la edición de sonido es muy buena. La tensión es buena debido a que el ritmo es lento, pero no por ello es mala. La duración la hace sentir muy corta y como si le faltara unos minutos más, sobre todo para explicar algunas cosas. Pero es sencilla y agradable.
Adaptada De: «Mon Garçon» del 2017
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