¡Nop!
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En la historia siempre han existido grupos de personas que han sido menospreciadas, discriminadas, y uno de ellos han sido los afroamericanos o de raza negra. El color de piel se ha vuelto casi una regla de la que se mide la aceptación o inclusión de la gente. A pesar de que ha existido grandes iconos en la historia de la humanidad de raza negra, pareciera que son la excepción a la regla y que no habrá otros que lo hagan.
Uno de ellos fue el jinete en la primera animación creada con un conjunto de fotografías, donde el hombre fue de raza negra y que ha sido olvidado como punto histórico. Tras ser olvidado y sólo reconocido por los que investigan este tipo de menesteres, Jordan Peel toma como base este hecho para crear un producto crítico, de horror y suspenso: ¡Nop!
Esta es la tercera película de Jordan Peele (tras «Get Out» y «Us») y, como sus dos anteriores trabajos, mantiene una serie de puntos que se verán, quizá, en todos sus trabajos (además de sus películas, también las series que ha escrito y producido tienen esas características): el aspecto del suspenso, el del drama y el de la crítica social que pone en primer lugar a afroestadounidenses (en este particular), y es que, siendo parte de esta comunidad, siente suyas las problemáticas que, en específico, han sucedido y sufrido en Estados Unidos.
La película logra mantener esos aspectos, creando una amalgama de todos ellos para que el resultado se convierta en algo críptico y, al menos, su mensaje sea algo no muy fácil de descifrar. El hecho de que lo principal, l explícito sea la aparición de un OVNI no significa que la película gire en torno a la ficción, que sea un subgénero de extraterrestres. Esa es la excusa para poder hablar de algo más, la metáfora para lograr dar su punto de vista de otra cosa. ¿Y qué es eso? Varios aún no están de acuerdo cuál es el mensaje principal, pero a mi parecer hay dos: la indomabilidad de algunas especies y la búsqueda de la fama.
El primer punto podemos verlo desde la secuencia inicial, sobre la anécdota del programa de TV, donde un simio desata sus instintos y deja de lado que estaba domado para ser parte del programa. Todos creemos que tras un tiempo de domesticación animal, éste ya ha olvidado sus instintos y que siempre acatará las órdenes que se le dan, pero no es así. Ejemplo más evidente es el de los magos asesinados por su tigres, que era parte de su show. Aquí no sólo se trata del chimpancé, también de los caballos y del enorme objeto que aparece en el cielo.
El segundo punto es sobre la fama, y es que para que otros crean lo que decimos ser cierto, necesitamos de pruebas, de una imagen o de un audio que lo confirme. Así, los hermanos deciden crear un plan para obtener una imagen del OVNI. De esta manera, la búsqueda de la fama se vuelve casi una obsesión, se vuelve un objetivo primario.
Ambos tópicos se relacionan con la situación de la discriminación, de la época actual sobre la percepción de los afroamericanos y sus lugar en el país. Su lucha para ser visibles ante todos los demás habitantes, porque ese es su objetivo, no sólo ser famosos para darse a notar, sólo por ser humanos debería ser motivo suficiente y no ser parte de una domesticación social en donde ellos sean el eslabón más débil o el menor.
La película mezcla el suspenso de manera excelente. El guion es lento, se toma su tiempo para explicar cada situación, haciendo que algunas tomas duren bastante. o es pretenciosa, pero sí llega a querer ser algo mucho más de lo que es, y es esto lo que le da un toque de soberbia, lo que no permite que sea perfecta.
Las actuaciones y la dirección son espectaculares. Jordan Peele ha hecho una nueva visión de la ficción, el horror y la crítica social. La pekícula dura un poco más de lo necesario, pero al final, terminaremos con un muy bue grato sabor.
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