Los Juegos Del Destino
- Obtener vínculo
- Correo electrónico
- Otras apps
Hay una frase muy conocida en el cotidiano mexicano (y quizá en otros países, ustedes me dirán) que reza así: Siempre hay un roto para un descosido. En su nivel más sencillo, nos dice que una persona siempre tendrá a una que sea su igual, que sea su compañera, su pareja o su alma gemela. Y podría sentirse como algo muy lindo, algo que todos los románticos se dirían por las noches. Pero cuando se analiza más a fondo, se ve un mensaje mucho más sorpresivo que no se llegaría a pensar (o quizá sí).
La palabra roto o descosido es dirigido a algo que ya no es funcional como objeto, que ha cambiado de funcionalidad y, en varias ocasiones, para algo que ya no sirve. ¿Por qué se le diría así a una persona? Sencillo, para separarlo de aquellos que entran en la categoría de normales, aquellos que se diferencian de los locos o enfermos. Entonces, la frase diría algo así como, siempre hay un enfermo para otro enfermo. Esto es lo que nos cuenta la película «Los Juegos Del Destino».
Para terminar pronto, debido a que ya hemos hablado del libro, y la película mantiene la esencia de la historia, lo que diré sobre ella va más enfocado a ser un producto audiovisual. Esto es, la película en sí, dándole más énfasis a lo que es como producción que como adaptación (aunque lógicamente hablaré de ello también).
En primer lugar, la dirección no es tan buena como habría esperado de una enorme historia. Se siente el abuso de esos acercamientos y de los alejamientos de la cámara, como si cada vez que se usara fuera la primera vez y quisiera darle la potencia a cada una de ellas, pero no lo logra, pues lo usa demasiado. Algunos logran darle un toque, pero más por la toma que por el movimiento. Esto hace que la historia se debilite un poco por ello, por el medio, por cómo se cuenta y no por el contenido, por lo que se cuenta.
A esto le damos un contraste mayor pues el trabajo que se logra al adaptar una novela de enorme significado es muy bueno. Es normal que varias cosas se hayan cortado (la relación entre hermanos, entre cuñados, la importancia del doctor Patel, los juegos de fútbol, aunque se mencionan, pero no se ve la energía que hay al ser verdaderos aficionados, entre otros), pero curiosamente, hay otros aspectos agregados que me parecieron sublimes, como el adolescente que intenta conseguir una entrevista (que siempre me recuerda a un profesor que nos comparaba con él, por su inexperiencia para conseguir unas palabras), las acciones de Danny y el muy buen cast de los personajes.
Llegamos a ellos. Los actores o hacen muy bien y, aunque la historia es profunda y muy interesante para ser desmenuzada, el trabajo audiovisual recae en los personajes. Bradley Cooper no es de mis favoritos, pero lo hace bien en todos los cambios de humor. Jennifer Lawrence sí es de mis favoritas y me encanta que haya participado en un momento tan bueno en su vida profesional, logrando así una excelente interpretación. Los padres lo hacen también muy bien y. aunque la historia los relega un poco, al igual que otros secundarios, lo poco que salen es significativo. Todos ellos nos hacen darnos cuenta que la locura no es sólo lo que vemos afuera, en otros, sino lo que se esconde en nosotros y no queremos ver o mencionamos como si fuera otra cosa, superstición, movimientos aprendidos o aprendizajes que no se van.
Una muy buena película que, aunque es interesante, después de leer el libro, quedarán muchísimas cosas que la hubieran hecho mucho mejor, más dramática, más sincera, y menos comercial. Pero, es buena y sus nominaciones y reconocimientos lo comprueban.
TRÁILER
Comentarios
Publicar un comentario